Agradecimientos
Un libro como este, basado en el trabajo de campo, es una construcción colectiva. Se basa en gran medida en conversaciones y entrevistas, en leer y escuchar las ideas de otros, y en observar a otros en su trabajo, por lo que los empleados y estudiantes de La Red de Escuelas de Música de Medellín son realmente cocreadores de esta obra. A todos ellos les agradezco enormemente su calidez, apertura y paciencia. Agradezco especialmente a todos los que aceptaron ser entrevistados o que conversaron conmigo con mayor profundidad. La lista sería demasiado larga para nombrarlos a todos, pero en el proceso de escribir este libro he vuelto a escuchar todas las entrevistas y releído todas las notas de campo, por lo que nada ni nadie ha sido olvidado. Aunque es inevitable que mi punto de vista no refleje el de todos los integrantes de una organización tan grande y contradiga las opiniones de algunos, he aprendido de cada encuentro, conversación y observación y aplaudo a todos los que han participado en la búsqueda de la convivencia y de la ciudadanía a través de la educación musical en La Red.
Estoy en deuda con los directores generales que me abrieron las puertas de La Red y las mantuvieron abiertas en diferentes momentos a lo largo de ocho años: Marta Eugenia Arango, Ana Cecilia Restrepo, Juan Fernando Giraldo y Vania Abello. También tuve la suerte de recibir el apoyo de Mábel Herrera de la Secretaría de Cultura Ciudadana. Agradezco enormemente a Aníbal Parra y Luis Fernando Franco, quienes fueron piezas vitales del rompecabezas y dejaron una huella significativa en este libro. Su apoyo profesional y personal fue inestimable.
Varias personas expertas en Acción Social por la Música, o en campos estrechamente relacionados, aceptaron leer y comentar mi borrador del manuscrito. Mi más sincero agradecimiento a ellos por haber emprendido una tarea tan importante. Por orden alfabético: Dra. Christine D’Alexander, Universidad del Norte de Illinois, copresidenta del SIG de Educación Musical para el Cambio Social de la ISME, artista formadora y directora de programa en YOLA (2011–2017); Dra. Anna Bull, Universidad de Portsmouth, autora de Class, Control, and Classical Music (Oxford University Press, 2019); Dra. Louise Godwin, músico, investigadora y gestora de artes, previamente con un programa inspirado en El Sistema en Australia; Dra. Graça Mota, del Politécnico de Oporto, ex presidenta del SIG de El Sistema de la ISME; Dra. Ludim Pedroza, de la Universidad Estatal de Texas, autora venezolana de artículos académicos sobre El Sistema; Dra. Andrea Rodríguez, investigadora y Profesional Nacional Psicosocial del programa colombiano Batuta; y el profesor John Sloboda, OBE, FBA, de la Guildhall School of Music & Drama, presidente de SIMM (Social Impact of Making Music). Además, Ana Cecelia Restrepo (exdirectora general de la Red), que leyó y reaccionó a los Capítulos 1 y 2. Estoy muy agradecido a todos estos lectores por su tiempo, esfuerzo y comentarios. No obstante, cualquier error, malentendido o fallo es de mi entera responsabilidad.
Hay muchos otros —músicos, académicos y educadores de todo el mundo— que han desempeñado un papel menos directo pero no menos importante en mi investigación durante la última década: compartiendo sus ideas y experiencias; invitándome a compartir mis propias perspectivas en una variedad de espacios académicos y no académicos; y, sobre todo, ofreciéndome apoyo moral, dándome el sustento vital para continuar con el fascinante pero no siempre popular trabajo de pensar críticamente sobre la Acción Social por la Música. No puedo nombrar a todos, pero ellos saben quiénes son y yo reconozco y recuerdo con gratitud sus aportaciones. Sin embargo, me gustaría hacer una mención especial a Lukas Pairon, John Sloboda y muchos otros en el SIMM (tanto miembros de la junta directiva como participantes en los eventos) por crear un espacio inestimable para el pensamiento crítico sobre el impacto social de hacer música en los últimos años. También debo reconocer a los numerosos músicos venezolanos que me han apoyado, ya sea en privado o en público, como Gabriela Montero, Gustavo Medina y Luigi Mazzocchi. Soy consciente tanto del valor como del potencial costo de ese apoyo.
Una nota especial de agradecimiento a Louise Godwin por las muchas y motivadoras conversaciones sobre la música y la acción social, por llamar continuamente mi atención sobre ideas importantes y por aguantar un año de “una vez que el libro esté terminado…”; a Natalia Puerta, que hizo algunas conexiones importantes en Medellín; y a D., cuya ayuda directa durante el trabajo de campo fue inestimable y cuya ayuda indirecta para este libro ha sido inconmensurable.
Agradezco el apoyo del Arts and Humanities Research Council, cuya beca Leadership Fellowship (referencia de subvención AH/P011683/1) permitió el trabajo de campo; de la Royal Holloway University of London, que me ayudó durante todo el proceso y me proporcionó un permiso de investigación para poder redactar el manuscrito del libro; y de Agrigento, cuyos administradores fueron pacientes y comprensivos durante las etapas finales de la escritura y la publicación, permitiéndome terminar el proyecto con calma. El Music & Letters Trust y Royal Holloway contribuyeron generosamente a los costos de publicación, y La Red facilitó amablemente algunas de las fotos.
Mi agradecimiento a todos en Open Book Publishers, en particular a Alessandra Tosi, Lucy Barnes, Anna Gatti y Luca Baffa. Estoy encantado de tener la oportunidad de publicar este libro en acceso abierto para que pueda estar disponible de forma gratuita para los lectores de América Latina y de todo el mundo.
Agradecimientos para la Traducción
Estoy muy agradecido a Agrigento por su apoyo financiero para esta edición, a Claudia García por llevar a cabo la traducción, a Luz Marina Monroy y Almudena Jiménez por revisar el texto, y a Open Book Publishers por su continuo apoyo.